LA REPUBLICA, Economía, Noviembre 16 de 2000
Llegó la literatura electrónica
Desde la invención de la imprenta, los libros se convirtieron
en una fuente para masificar el conocimiento y en una próspera industria
que reúne a los empresarios del papel, las litografías, las
tintas, las editoriales, los distribuidores y los libreros, entre otros.
Esta industria no ha sido ajena a la revolución digital y por eso
ha aprovechado la popularización de Internet para vender sus productos
de manera electrónica con ejemplos de éxito, como es el caso
de Amazon.com.
Con el desarrollo de la Web se ampliaron las posibilidades de negocio
para el sector que ahora está viviendo una transformación,
no sólo en la forma de distribuir los libros, sino en su proceso
de producción y comercialización.
Con Internet se creó el ambiente necesario para poder vender
lo que se conoce como e-book o libro electrónico que es un texto
plasmado en un formato expresamente diseñado para reemplazar el
libro de papel.
Luis Hernán Reina, director del proyecto de e-book de lalupa.com,
explica que originalmente los libros electrónicos fueron creados
para que la gente pueda comprar el texto que desee, descargándolo
directamente en su computador, a través de un software lector que
tiene facilidades para hacer que la lectura sea más cómoda.
Generalmente se dice que leer en computador no es agradable, pero con
estos software, es más fácil porque no requieren de hacer
scroll (bajar las páginas con el cursor) sino que a través
de un botón especial se cambia la página completa”, sostiene.
Como la idea no es que la persona imprima el texto, sino que lo lea
en la pantalla se crearon luego unos aparatos dedicados que pueden almacenar
hasta 70 novelas y que sirven para que la gente los cargue en cualquier
lugar, como se puede hacer con un libro normal. Ese aparato pesa 300 gramos,
tiene luz, permite cambiar el tipo de letra y subrayar.
En un principio el e-book se iba a cargar en las librerías y
eso no creaba ninguna competencia con el librero. El precio iba a ser el
mismo que el del libro impreso, pero con facilidades que ofrece la web,
se decidió que se pudiera descargar desde allá a un precio
mucho más cómodo porque ya no es necesario hacer todo el
proceso de impresión, no gastar papel.
El pionero
El primer libro gratuito que se distribuyó gratuitamente por
Internet fue “Riding the Butlet”, un relato de Stephen King, el rey de
las novelas de terror que fue diseñado para ser comercializado por
este medio y que en el primer día colapsó los accesos
a la página web y convirtió en pesadilla los intentos de
descargar el texto, que constaba de 65 páginas. Aunque King fue
el primer autor de ventas masivas que decidió publicar un libro
que no podrá ser leído en papel, también ha sido uno
de los defensores del libro tradicional, asegurando que el e-book nunca
lo reemplazará.
Reina que ha sido el encargado de lanzar el primer libro electrónico
colombiano, no comparte esta opinión y afirma que en la medida en
que la gente se dé cuenta de las ventajas de esta tecnología,
es muy probable que el libro de papel pase a mejor vida.
Los e-books tienen muchas ventajas porque generan grandes ahorros económicos
y ambientales al tiempo que permiten un acceso más universal al
conocimiento, además transforman los hábitos de lectura al
integrar la riqueza de los textos tradicionales con la flexibilidad y la
comodidad que permite el computador” señala Reina.
Por su parte, Gonzalo Arboleda, director de la Cámara Colombiana
del Libro considera que lo importante es incentivar la pasión por
leer, sin importar en el sustrato en el que se haga, ya sea en una pantalla
o en el papel. “Muchas veces me han preguntado si el libro se va acabar
por causa del Internet y la respuesta es clara, no se va a acabar, se pronto
va a cambiar la manera en que se presente, pero lo importante no es el
sustrato, sino el contenido, lo que se lee. Ya los editores no tenemos
dudas sobre las bondades de la edición electrónica, indica
el dirigente gremial.
Bajo esta perspectiva, los e-books se convierten en un importante aliado
de la industria editorial, que está pasando por una etapa de cambio
en la manera de estructurar el negocio.
“La era digital trae nuevos retos, porque aunque se reduce el gasto
en inventarios, se está más expuesto a la piratería
y se necesita crear equipos que se concentren únicamente en el sustrato
digital”, explica Gastón de Bedout, gerente de Editorial Voluntad.
Los afectados
Con la eliminación del libro tradicional, los principales perjudicados
son los papeleros y los impresores que ya no tendrán cabida
en este nuevo esquema. Aunque aún parece que falta mucho tiempo
para que esa tendencia se vuelva realidad. Lo cierto es ambas industrias
tendrán que tomar medidas para protegerse en esta área.
Alfonso Ocampo Gaviria, presidente de Propal cree que la competencia
de Internet como sustrato, no le va a robar espacio al papel, porque la
web “ ha sido más un complemento, que una amenaza. Con su popularización
han nacido publicaciones que se dedican a explicarlo y que obviamente requieren
papel”.
Sea como sea, por ahora no son muchos los visionarios que le están
apostando a esta nueva forma de producir libros. En el país, el
pionero fue el portal lalupa.com que lanzó la primera novela nacional
en formato e-book. Se trata de ‘María’, de Jorge Isaacs.
El libro se ofrece de manera gratuita y la meta de la empresa es publicar
un libro electrónico cada mes. Lalupa.com también tiene planeado
vender por comercio electrónico otras obras en el mismo formato.
Para lograr su objetivo la empresa está realizando alianzas con
diferentes editoriales, pero no se ha podido llegar a un acuerdo, porque
éstas se niegan a reducir sus márgenes de rentabilidad.
“Cuando no se gasta en papel, ni en impresión, no se puede cobrar
lo mismo, por eso los e-books tienen que ser más baratos, para beneficio
de los lectores”, concluye Reina.
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